Cambiar o cancelar una hipoteca
Si no estás contento con las condiciones de tu préstamo hipotecario, tienes dos alternativas.
Novación:
Puedes renegociar las condiciones con la entidad financiera donde tienes el préstamo. Si consigues reducir el tipo de interés fijo o el diferencial de un tipo de interés variable, no es necesaria una escritura pública. Pero si vas a hacer un cambio más importante, como pasar el préstamo de un interés fijo a variable, entonces necesitas hacer una escritura de novación y tendrás que pagar gastos de notario, registro y gestoría. No se paga el impuesto de actos jurídicos documentados.
Subrogación:
Si tu banco o caja de ahorros no está dispuesto a mejorar tus condiciones y encuentras otra entidad que te ofrece mejor tipo de interés, puedes realizar una subrogación. Consiste en pasar tu préstamo hipotecario de una entidad a otra, sin modificar la cantidad del préstamo ni el plazo. Tendrás que pagar una comisión por cancelación y, según lo que pactes, una comisión de apertura al nuevo banco o caja. También hay gastos de notario, registro y gestoría. No se paga el impuesto de actos jurídicos documentados.